miércoles, 15 de marzo de 2017

Lexnet, casi ni con Windows ya.

La semana pasada volví a tener un brote de desesperación al ver que Lexnet no permitía firmar las recepciones de las notificaciones que tenía pendiente de recoger. Repasando los requisitos, vi que en principio lo tenía todo como el día anterior, por lo que no tenía sentido que no funcionara entonces. Repasando:

- Windows 32 bits (suspiro).
- Java de Oracle 32 bits (mirada al techo y otro suspiro).
- Todos los certificados y drivers del lector instalados.
- Firefox.

Tuvo que pasar un buen rato y varias referencias a los muertos de los técnicos correspondientes para que se me encendiera la bombilla: ¡JAVA!

Después de hacer una pruebas, resultó que, sin saberlo, Firefox se había actualizado solo hasta la versión 52, la cual ya no es compatible con java. Es decir, que no se puede utilizar Lexnet ya ni con Microsoft Edge, ni con Chrome, ni con Safari, ni con Opera, ni con Firefox. ¿Se podrá con Lynx?

La solución pasa por devolver a Firefox a la última versión compatible con java para poder seguir trabajando. En este enlace podemos descargar la versión 51.0.1, que no da problemas. Para arreglar el problema hay que hacer lo siguiente:

Iniciamos el navegador Firefox que tengamos. Vamos a Opciones > Avanzado > Actualizar, y seleccionamos No comprobar actualizaciones (no recomendado: riesgos de seguridad).

Una vez hecho esto, cerramos Firefox, e instalamos la versión 51.0.1 que hemos descargado previamente. Al arrancar el Firefox "degradado", no se actualizará automáticamente y se mantendrá en la versión compatible con java y, por tanto, con Lexnet.

¿Y qué pasará a partir de ahora? Porque no resulta muy inteligente mantener un navegador antiguo. En el blog de Lexnet se informa de que están preparando una interfaz de escritorio de Lexnet, es decir, una aplicación independiente de la web, pero tampoco se dan más detalles. Es de suponer  que arreglará los problemas de compatibilidad de los navegadores porque ya no dependerá de ellos para usar el sistema, pero todo esto no es más que suposiciones, y habrá que esperar a ver qué va sucediendo.

Ellos se toman su tiempo. Nosotros, tres días improrrogables para adivinar por qué no funciona y para buscar una solución. Mi parte ya está hecha. A ver cuánto tardan ellos.